Si no conoces el trayecto, los túneles de la M-30 pueden ser un auténtico caos. Y no nos referimos a los atascos, los radares o la visibilidad, sino a la nula cobertura GPS que tiene la circunvalación cuando se adentra en la tierra. De hecho, es algo que se da desde que se inauguró el primer tramo subterráneo en 2007. Da igual qué móvil tengas o qué app utilices: cuando entras en un tramo de la M-30 las indicaciones cesan y es imposible seguir la ruta que marcaba el móvil.
No es un problema para quien conoce la circunvalación, pero sí para los millones de turistas que visitan la ciudad en coche. En los más de 43 kilómetros de túneles es necesario guiarse por los carteles o el instinto, pues el GPS no funciona y puede suponer un problema de seguridad si intentas hacerle caso.
El Ayuntamiento de Madrid lo sabe, pero no ha sido hasta ahora cuando se han planteado una solución. El gobierno comandado por Jose Luis Martínez Almeida ha anunciado que todos los tramos subterráneos de la M-30 contarán con una nueva tecnología capaz de ofrecer cobertura GPS para que la navegación por la circunvalación sea segura y fluida.
Utilizar el GPS en la M-30 será posible en 2025
El proyecto parte de un presupuesto base de unos 230.000 euros, está programado para entrar en funcionamiento en la primavera de 2025 y solucionará los problemas de la cobertura GPS en toda la circunvalación. De hecho, se espera una señal contundente, pues en la hoja de ruta de la obra se indica que las balizas con tecnología Bluetooth se instalarán a una distancia de entre 20 y 40 metros.
De esta forma, cuando un móvil con una ruta marcada entre en un túnel de la M-30 no perderá la cobertura GPS y, de hecho, se espera que las balizas Bluetooth sean capaces de detectar que el vehículo está bajo tierra, para así no interferir con los tramos de carretera situados en la superficie.
Además, Madrid ha anunciado otra gran noticia, y es que la implementación de estas balizas no requerirán cortes del tráfico ni afectará negativamente a la circulación mientras se instalen. Será un proceso transparente para los conductores, lo que denota que se trata de un proceso relativamente sencillo de ejecutar.
Ahora bien, como ocurre con cualquier obra pública, los tiempos, las fechas y los presupuestos tienden a alargarse más de lo debido, por lo que, aunque el Ayuntamiento de Madrid habla de “primavera de 2025”, la puesta en marcha de este proyecto podría sufrir algún que otro retraso y prolongarse en el calendario hasta nuevo aviso.