En el Snapdragon Summit 2024 ha quedado muy claro que el futuro de Qualcomm son los coches. O, al menos, una parte de él. La marca ha presentado en este evento dos chips de alto rendimiento a los que ha bautizado como Snapdragon Cockpit Elite y Snapdragon Ride Elite. Ambos se suman al abanico de soluciones Digital Chassis, toman como base la CPU Oryon de segunda generación –que debutó durante la primera jornada del Summit en el Snapdragon 8 Elite para móviles– y han sido creados, específicamente, para satisfacer las demandas de un automóvil moderno.
El Snapdragon Cockpit Elite, como su propio nombre indica, está pensado para controlar todos los sistemas de infoentretenimiento y experiencias digitales del coche. Es decir: navegación, reproducción de contenidos audiovisuales, ejecución de aplicaciones, servicios conectados, etc. El Snapdragon Ride Elite, en cambio, ha sido diseñado para controlar los sistemas ADAS y la conducción autónoma.
Los fabricantes que decidan utilizar la plataforma de Qualcomm podrán elegir entre montar únicamente el Snapdragon Cockpit Elite o, por el contrario, la solución completa en sus vehículos. Es decir: Qualcomm planea dar flexibilidad en este sentido a las marcas interesadas.
El sampling a marcas –cuando se envían las unidades de prueba– comenzará a inicios de 2025, por lo que resulta difícil anticipar cuándo llegarán al mercado los primeros vehículos con esta plataforma. No obstante, considerando los ciclos de renovación habituales en la industria, es probable que no veamos un vehículo con esta solución hasta, al menos, finales de 2025.
Snapdragon Cockpit Elite y Snapdragon Ride Elite: más potencia e IA, preservando siempre la seguridad
El Snapdragon Cockpit Elite incorpora una CPU tres veces más potente que la de la generación previa, una NPU 12 veces superior en labores de IA y, cómo no, una GPU Adreno con capacidad de llevar el ray-tracing a los automóviles. Asimismo, el SoC incorpora un módulo de control de pantallas capaz de impulsar hasta 16 paneles con resolución 4K y un módulo de audio con ciertas capacidades de IA que, entre otras cosas, promete audio zonal.
Los coches con esta plataforma podrán, entre otras cosas, emitir sonidos diferentes a cada uno de los pasajeros en función de sus preferencias o necesidades. El conductor, por ejemplo, podrá recibir alertas sobre la conducción, pero no escuchará la llamada telefónica que puedan estar manteniendo los pasajeros de las plazas traseras.
Asimismo, la mayor capacidad de procesamiento en IA abre la puerta a experiencias digitales más avanzadas. Si se combina con algoritmos de IA avanzados (como Gemini o ChatGPT), el coche podría ser capaz de responder a preguntas complejas utilizando únicamente la voz y analizando el contexto. Por ejemplo: podrías pedirle “llévame al restaurante en el que cené la semana pasada con mi familia” y, gracias a la IA y la capacidad de procesamiento del Snapdragon Cockpit Elite, el coche podrá retroceder en el tiempo, detectar a qué restaurantes fuiste la semana pasada, discriminar a cuál fuiste con tu familia e iniciar la navegación sin intervención del usuario.
El Snapdragon Ride Elite, por otra parte, se enfoca en todo lo relacionado con ADAS y la conducción autónoma. En este sentido, el extra de procesamiento que ofrece las nuevas CPUs, NPUs y GPUs son clave, pues permiten analizar una mayor cantidad de datos en menor tiempo y con latencias mínimas, métricas fundamentales en un entorno como el de la conducción autónoma.
Qualcomm, además, ha hecho que el Snapdragon Ride Elite sea muy versátil. Es compatible con más de 40 tipos de sensores, radares o cámaras de alta definición y diversos modelos de conducción autónoma e inteligencia artificial, lo que facilita la implementación por parte de los fabricantes de automóviles. Asimismo, ha montado un módulo de bajo consumo para procesos como la monitorización del exterior del vehículo cuando este se encuentra aparcado.
Por último, para preservar la seguridad en todo momento, el Snapdragon Ride Elite incorpora una especie de isla que procesa de manera aislada procesos críticos como los sistemas de frenado o la dirección del vehículo. Es decir: no importa lo que ocurre en el resto del vehículo; todo lo relacionado con la integridad del mismo pasará sí o sí por este módulo de seguridad especial.
Tanto Snapdragon Ride Elite como Snapdragon Cockpit Elite suponen un paso más en lo que la industria cataloga como software defined vehicles. Hasta ahora, la diferenciación entre los coches venía mayormente del hardware. Cómo se comporta la suspensión, cómo responde el motor, cómo ha sido concebido el chasis, etc. Sin embargo, con la digitalización, el software es una pieza cada vez más importante en la experiencia global del mismo. En los próximos años también cobrarán relevancia aspectos como el audio zonal, las experiencias de IA o los sistemas de conducción autónoma, entre otras cosas. Y ahí, precisamente, es donde Qualcomm quiere abrirse paso como el socio prioritario del mayor número de marcas posible.