Un año más, la alfombra roja de la MET Gala ha dejado los momentazos que sabemos que pasarán a la historia. El debut de la española Elsa Pataky, la gran ausencia (por segundo año consecutivo) de Blake Lively, el cambio de look de Zendaya… o Kim Kardashian luciendo el complemento más inesperado de la noche: una rebeca de lana con pelotillas.
La celebrity, que acaba de anunciar su ruptura con Odell Beckham Jr., no ha querido pasar desapercibida este año con su elección. Así, para completar el vestido metalizado de Maison Margiella, rico en florituras y detalles labrados a mano, ha decidido que un cárdigan gris, tipo crop top, es todo lo que necesitaba para acaparar los flashes internacionales y, también, la atención de las redes sociales.
Y es que, como ya te adelantábamos, no solo es una chaqueta casual que no acaba de casar con la majestuosidad del diseño de John Galliano (tampoco exento de polémica), sino que parece un modelo rescatado del armario que, debido al uso, le han aparecido las bolillas esperables de los modelos de lana.
Así, en las fotos de estudio que subió ayer a su cuenta oficial de Instagram, y que ya rozan los dos millones de likes, no se han hecho de rogar las reacciones de sus seguidores, quienes le piden a la empresaria que expliqué su elección. “Te amo, pero, ¿alguien sabe por qué la chaqueta de pelotillas?”, ha sido uno de los muchos comentarios recibidos.
La cintura irreal del vestido de Kim Kardashian
La elección de la chaqueta con pelotillas de Kim Kardashian no ha sido la única que ha acaparado la atención. Hay un detalle del vestido plateado que se ha convertido en un debate dentro y fuera de las redes sociales: la cintura irreal que le hacía el diseño de John Galliano.
El modelo brocado de Maison Margiela que ha lucido se compone de un corpiño tipo corsé que ha dibujado la sinuosa silueta que tanto le gusta destacar a la propia Kim Kardashian. Una apuesta muy ceñida en la cintura que nos ha cortado la respiración y que, además, le ha dificultado el movimiento en más de una ocasión.
Cabe destacar que no es la primera vez que Kim Kardashian apuesta por un modelo que luzca una cintura mínima e imposible. En la Gala MET de 2019, la celebrity llevó un vestido muy ajustado de Tierry Mugler que le dejó marcas en todo el cuerpo y con el que, incluso, se planteó “orinarse encima” por las dificultades que entrañaba subirlo o bajarlo.
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