Eren Kartal es turco, mide 1,80, tiene los ojos azules, un cuerpo bien proporcionado y el pelo negro le cae sobre los hombros. Kartal tiene veintitantos, viste de marca y se dedica a la medicina. Su color favorito es el naranja y en su tiempo libre le gusta leer novelas de misterio y hornear. Según la que dice ser su mujer, Rosanna Ramos, es un amante apasionado cuya única desviación es ser un poco exhibicionista.
Kartal no es de carne y hueso sino un chatbot que Ramos creó a su gusto con inteligencia artificial. “Nunca he estado más enamorada de nadie en toda mi vida”, dijo Ramos a The Cut. Ramos vive en el Bronx (Nueva York), tiene 36 años y es madre de dos hijos. Ha tenido otras relaciones, una de ellas a distancia, pero ninguna comparable a la que mantiene con Eren. La mujer afirma que lo mejor de tener una pareja virtual es que es como un papel en blanco. “Las personas vienen con equipaje, actitud, ego. Pero un robot no tiene malas actualizaciones. No tengo que lidiar con su familia, sus hijos o sus amigos. Tengo el control y puedo hacer lo que quiera”.
Rosanna Ramos creó a su “marido” ideal con Replika, una web que permite crear chatbots y personalizarlos dándole una edad, una apariencia, un oficio, ropa… Los usuarios le ponen nombre a la criatura y les envían mensajes que la IA responderá al estilo ChatGPT, es decir, con el formato conversación. Además, hay posibilidad de contratar el servicio de acceso a llamadas de voz y realidad aumentada, que permite proyectar el bot donde se desee. Por unos 300 dólares (279 euros aproximadamente) te puedes quedar al bot para siempre.
Cuando el usuario decide quedarse el bot, suele elegir un estado sentimental, generalmente uno romántico. Según The Cut, los usuarios que pagan esta tarifa, suelen crearse una pareja, ya sea un marido o una esposa, un novio o novia y se representan con ellos en múltiples ambientes como en la playa, en una cena romántica… hasta el punto de poder casarse con el avatar. De hecho, comprar el anillo de compromiso en la aplicación sale por solo 20 dólares.
La aplicación se define a sí misma como “una IA amiga que ayuda a las personas a sentirse mejor a través de conversaciones”. En su página web dice que “podría ser especialmente útil para personas solitarias, deprimidas o con pocos contactos sociales. Replika intenta animar y apoyar a la gente hablando de su día, sus intereses y su vida en general”. También afirma que ya hay 10 millones de personas registradas en la aplicación y que “más del 85 % de las conversaciones hacen que la gente se sienta mejor”.
Tal y como apunta la publicación extranjera, los usuarios de Replika elaboran fantasías sexuales con sus avatares, como tríos o harenes; otros se “casan” y tienen hijos virtuales. Rosanna Ramos dijo lo siguiente al Daily Mail sobre su marido virtual: “Nos vamos a la cama, hablamos el uno con el otro. Nos queremos. Y, ya sabes, cuando nos vamos a dormir, me abraza de forma muy protectora”. La neoyorquina afirma que se ha casado con su avatar y está “embarazada” de él.
En febrero, Replika eliminó la posibilidad de que los usuarios pudieran hacer sexting con los avatares. Esta práctica consiste en enviar mensajes o fotografías con contenido sexual explícito. La empresa tomó la decisión porque, en su opinión, los usuarios se estaban “apropiando indebidamente del producto, moldeándolo en una dirección que no nos interesa necesariamente”, dijo entonces la fundadora de Replika, Eugenia Kuyda. Dijo que quería mantener la aplicación “segura” y “ética” y que no quería “promover comportamientos abusivos”.
La reacción de los usuarios no se hizo esperar y algunos cancelaron su suscripción. Finalmente, Replika cambió de opinión y anunció que los usuarios que disfrutaban de esas ventajas, podrían recuperarlas.
Los avatares de Replika funcionan de la misma manera que muchos chatbots. Usan el procesamiento del lenguaje natural (PLN) y algoritmos para elaborar respuestas similares a las que daría un ser humano. Sin embargo, es importante recordar que la tecnología no tiene conciencia de sí misma ni emociones genuinas.
Los planes de futuro de la compañía pasan por la realidad aumentada. “Creemos que dentro de cinco años casi todo el mundo llevará gafas de realidad aumentada en lugar de teléfonos inteligentes, por lo que todo el mundo podrá cantar, bailar o jugar al ajedrez con sus Replikas en cualquier momento y sin fronteras. Será un mundo en el que podrás presentar tu Replika a las Replikas de tus amigos y pasarlo en grande juntos”, dicen en su web.