Miss Universe República Dominicana, Kimberly Jiménez, lució anoche en la competencia preliminar un vestido que llevó un mensaje de inclusión. La pieza fue confeccionada por el diseñador colombiano establecido en Puerto Rico, Gustavo Arango, pero un detalle muy especial fue su falda pintada a mano por un grupo de niños y jóvenes con síndrome Down que pertenecen a la iniciativa Crear es Crecer.
Este proyecto nació el pasado mes de octubre en el Museo de las Américas, de la mano de la artista plástica Annelisse Molini, con el propósito de ofrecer talleres de arte a jóvenes con diversidad funcional.
Cuando el mes pasado Arango recibió el acercamiento de Magaly Febles, tenedora de la franquicia de Miss Universe República Dominicana, para que confeccionara el vestido de Jiménez, el diseñador tuvo una entrevista con la reina de belleza y se dieron cuenta que ambos querían hacer algo para llevar un mensaje diferente al certamen. Fue así como el diseñador contactó a Molini y literalmente pusieron manos a la obra.
“Ella tiene esa sensibilidad de que muchas veces se pierde cuando entras a un concurso de belleza, porque la belleza tiene que estar integrada con una labor social. Ella quería que su vestido llevara un mensaje contundente y en esa primera conversación surgió que el libro favorito de los dos es El Principito. Entonces decidimos presentarles ese cuento a los niños con síndrome Down y que ellos crearan dibujos interpretando la historia”, mencionó Arango.
El resultado fueron 18 yardas de gaza blanca pintadas a manos. La parte superior es en poliéster japones que cuando se estira, se esponja y se entalla al cuerpo.
“Volvimos a hacer lo mismo que hicimos con Denise que llevamos un vestido diferente a los demás, con un escote frontal hasta la cintura”, explicó Arango, creador del vestido con el que Denise Quiñones fue coronada como Miss Universe 2001.
Arango, quien además le confeccionó otras piezas a la reina dominicana para su estadía en Miami previo al certamen, dijo estar muy complacido y emocionado con el resultado final y con la acogida que ha tenido el vestido.
“Queríamos que fuera un vestido impactante y que reflejara lo que el universo necesita en este momento, mujeres líderes, determinadas a darle un nuevo sentido a la belleza. El COVID- 19 ha venido a unir al universo porque todos estamos pasando por el mismo dolor y la belleza no puede ser solamente un rostro bonito y un vestido llamativo, sino que tiene que ir arraigada a un propósito real de mejorar el mundo en el que vivimos”, destacó.
Dejando establecido el respeto que siente hacia los diseñadores y creadores de los vestidos que lucieron en la competencia preliminar las candidatas a la corona de Miss Universe, Arango comentó que en su opinión las dos candidatas que mostraron un cambio en el escenario fueron Jiménez y la representante de Puerto Rico, Estefanía Soto Torres, quien lució un vestido vaporoso creado por Eclíptica.
“Los vestidos de República Dominicana y Puerto Rico fueron los que estuvieron más a tono con lo que está pasando en el mundo de la moda. No por eso quiero quitar mérito al talento de otra gente que pasaron horas elaborando sus creaciones, pero pienso que es omento de evolucionar. Vi muchos vestidos tan llenos de detalles que opacaron a la participante y ese no debe ser el fin”, concluyó Arango.