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“Terín Pizarro es el mejor lanzador boricua de todos los tiempos”

La franquicia de los Cangrejeros de Santurce de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente ha sido sacudida en los últimos meses como nunca antes en su historia, y el jueves en la noche recibió la noticia de la muerte de otras de sus mayores glorias, el otrora lanzador zurdo Juan “Terín” Pizarro.

Pizarro, quien falleció a sus 84 años de edad, tras una larga enfermedad que lo tuvo encamado en sus últimos días, fue no solo una de las figuras emblemáticas de los Cangrejeros, sino del béisbol invernal puertorriqueño.

Igualmente, su nombre tiene que ser incluido al mencionarse los más importantes en la historia de los boricuas que han pasado por el béisbol de Grandes Ligas.

Poseedor de una recta de humo que muchos estiman rondó entre las 95 y 97 millas por hora en un tiempo en que no habían instrumentos de medición como hoy día, uno de los grandes atributos de Pizarro fue su longevidad sobre la lomita, y ejecutando a un alto nivel hasta su retiro del béisbol.

Cuatro glorias de Santurce que se han ido

“Esto me toca de una manera cercana y bien profunda. Ha sido yo creo que el peor mes en nuestra historia. Se nos va Rogelio Moret, perdimos a Poto (Paniagua), perdimos a Cookie Mangual, y hoy perdemos a quien es nuestra estrella máxima y fue la primera persona a quien le hicimos un homenaje cuando yo empecé en Santurce, por la admiración que yo le tengo a Terín Pizarro”, dijo el actual propietario de los Cangrejeros, Justo Moreno, quien se hizo cargo del equipo previo a la temporada que se jugó en enero de 2018 posterior al paso del huracán María.

Santurce, que tristemente no pudo defender en el terreno de juego su campeonato de las dos temporadas anteriores en la LBPRC, debido a una decisión gerencial por la incertidumbre de la pandemia, comenzó en diciembre la triste racha de fallecimientos de glorias pasadas, justo cuando estaba por comenzar la campaña. El día 7 de ese mes murió en su natal Guayama el exlanzador zurdo Rogelio Moret, a sus 71 años debido a un padecimiento de cáncer.

Casi dos meses después, el 29 de enero de este año, partió también uno de los propietarios más exitosos que ha tenido la franquicia santurcina, Reinaldo “Poto” Paniagua, un abogado de profesión que estuvo 26 años al frente de la franquicia, conquistando tres títulos de campeón de la LBPRC y dos en Series del Caribe.

Y tan reciente como el martes de esta semana (16 de febrero) falleció en Ponce el expatrullero Ángel “Cuqui” Mangual, quien además de Cangrejero, jugó también en Grandes Ligas al igual que Moret y Terín Pizarro.

“Yo hablé con Terín hace como cuatro semanas, que su hijo Charles me lo puso al teléfono. Era un hombre muy agradecido. Dios me dio el privilegio de poder dialogar con él antes que se fuera”, dijo apenado por su partida, Moreno, quien aseguró que al igual que se le rindió homenaje en vida por parte de los Cangrejeros en 2018, espera que se le pueda hacer algún reconocimiento póstumo en la próxima campaña de la liga invernal boricua..

“Sin duda, cuando comience la temporada, en la que Santurce va a participar, vamos a homenajear a estas cuatro glorias que se nos han ido recientemente. Esperamos que no tengamos otras pérdidas”.

Pizarro lanzó por espacio de 18 temporadas en Grandes Ligas, y ganó un campeonato de Serie Mundial en 1957, su año de novato, con los entonces Braves de Milwaukee. Jugó también para los White Sox y los Cubs de Chicago,Pittsburgh, Boston, Oakland, Cleveland y Houston.

Pero fue con los White Sox con quienes tuvo sus mejores temporadas en las Mayores, incluyendo la de 1964 cuando se quedó a un solo triunfo de llegar a los 20 y concluyó con marca de 19-9 y una formidable efectividad de 2.56.

Su velatorio será en Santurce

El cuerpo de Pizarro estará expuesto en la Funeraria Puerto Rico Memorial en la Avenida Ponce de León en Santurce, a partir de este domingo al mediodía, informó su hijo Charles West.

“En los últimos días estaba bien malo. Decayó mucho, dejo de caminar. Estuvo encamado y por eso le salieron úlceras, y fue retrocediendo. Llegó el momento que escuchaba pero no podía hablar”, lamentó su hijo. “Pero ya no sufre y está mejor que nosotros”.

“Él era tío mío pero fue el que me crió desde los cuatro años. La cara de papá que yo vi, fue la de él. Me crió a mí y a mis tres hermanos, con mi abuela, que era la mamá de él, Ramona Córdoba”, reconoció Charlie, como le apodan.

Los actos fúnebres estarán abiertos al público hasta las 9:00 de la noche del domingo, pero velando por el cumplimiento de estrictos protocolos de seguridad y salubridad por el COVID-19. Su cuerpo continuará en capilla hasta el mediodía del lunes, cuando será llevado hasta el cementerio El Pilar en Canóvanas para su sepultura.

“Él fue coach todos los años que yo estuve dirigiendo en Santurce”, recordó por su lado el veterano piloto Mako Oliveras, quien dirigió a los Cangrejeros bajo la administración del entonces propietario Paniagua.

El veterano piloto Mako Oliveras (derecha) junto a Pizarro durante un homenaje que se le realizó. (JUAN LUIS MARTINEZ)

“Tuve el honor de enfrentarme a él”, prosiguió Oliveras, recordando antes la época de jugadores. “Recuerdo que la primera vez que lo enfrenté me hizo un gesto con el guante, como diciendo, ‘va una recta por ahí’. No recuerdo si le di un hit, pero llegué a primera y se echó a reír”.

“Era tan humilde, que hasta le molestaba que lo tildara de estrella”.

Estadísticas impresionantes

Ciertamente fue una gloria del béisbol, y no solo en la pelota invernal. En el mejor béisbol del mundo, en Grandes Ligas, fue también una gloria como lo demuestra su récord ganador de por vida con balance de 131-105 y efectividad de 3.43. Además ponchó a 1,522 contrarios en 2,034 entradas de labor.

Pero si se suman todos los números de su carrera, como hizo el historiador Jorge Colón Delgado, son más impresionantes aún. Sobre todo su efectividad vitalicia desde que debutó como pelotero profesional en 1955 en Puerto Rico, hasta su retiro en 1977 aquí en la isla. En el ínterin de esas 22 campañas jugando en Puerto Rico, según contó Colón Delgado, fue que militó por 18 años en las Mayores, y también jugó en México sus últimas campañas en el béisbol activo.

“Juan “Terín” Pizarro es el mejor lanzador boricua de todos los tiempos”, dijo categóricamente sin titubeos, Colón Delgado. “Se destacó en Puerto Rico, en las ligas menores, en Grandes Ligas, en México (liga de verano), en Series del Caribe, en Series Interamericanas… El récord global de Terín es de 392 triunfos, con 262 derrotas, 4,225 ponches, efectividad de 2.83, con 88 blanqueadas, tres ‘no-hitters’ y una triple corona”, dijo Colón Delgado soltando una carcajada maravillado por la grandeza de Pizarro.

“Su efectividad en Puerto Rico fue de 2.51”, resaltó el autor de varios libros de béisbol.

“En los últimos años entró a México y abusó con la edad que tenía. Jugó en México cuando tenía 37, 38 y 39 años, y tuvo récord de 38-21. No hubo una etapa de Terín Pizarro en que él no fuera un estelar. No había forma de gritarle ‘retírate’ o ‘vieja’ como dicen aquí”.

Toda esa grandeza de una estrella, en una manera más simple de expresarlo, la resumió Mako Oliveras recordando como siendo él todavía un jugador novel en la liga invernal del patio, le tocó enfrentar a Pizarro y a otros lanzadores probados de su época.

“Para mí enfrentarme a Terín o a Rubén Gómez, eso era (algo grande) … yo me sentía como, ‘eah rayos, mira donde yo estoy parado enfrentando a estos tipos’”.

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